Jorge Pérez 8-6-2009
“La curva del diablo” es un lugar ubicado en la carretera Fernando Belaunde, 15 minutos antes de llegar a la ciudad de Bagua en Amazonas, en el cuál se registró uno de los episodios más dramáticos y sangrientos que han de marcar historia en el quehacer de nuestra nación.
En la madrugada del viernes 5 de junio 2009, fuerzas policiales comenzaron un operativo para abrir la vía, tomada por cientos de pobladores indígenas de las etnias awajún, aguaruna y guambisa apoyados por civiles o “mestizos”, al decir de los indígenas, quienes reclamaban la derogatoria de leyes que consideraban lesivas a sus condiciones de vida.
“La curva del diablo” fue el escenario de este enfrentamiento que según datos oficiales dio como resultado final , la masacre y muerte de 14 efectivos del orden a manos de los reclamantes y de 10 nativos, tragedia que ha traído inmenso dolor, frustración y luto a familiares y a toda la Nación. Nueve policías de diversa graduación murieron en una estación petrolera cerca de Bagua, masacrados por más indígenas.
Periodistas y especialistas, desde varios ángulos, han tratado de analizar estos sangrientos sucesos, señalando varios aspectos de estos luctuosos hechos.
Muchos de ellos insisten en decir que no entienden cómo ha sucedido esta absurda matanza y es justamente cuando no se puede entender por la lógica y la razón, que tenemos que hurgar en un aspecto que no se ha tratado, pero al cual nos referiremos en este espacio: el aspecto espiritual del problema.
Toda persona actúa, motivada por lo que oye, lo que lee, lo que ve, sea bueno o sea malo. Esta percepción activa sus emociones y su voluntad en un sentido o en otro. ¿La motivación de los nativos procedía de una sana información?
Lo que el común de la gente llama: ánimo, intención, deseo, es lo que la Biblia, denomina “espíritu ” humano y sabemos que sólo hay una forma de asegurar que ese “espíritu” esté alineado al bien, a lo bueno, a lo correcto. Sabemos que cuando hay información tendenciosa, despierta emociones y pasiones que los estudiosos llaman “bajas pasiones”, “bajos instintos” o “instintos salvajes”. Estas bajas pasiones é instintos salvajes salieron a relucir en ese crucial momento del enfrentamiento.
La rebelión a la Autoridad, la intransigencia y la codicia material, son manifestaciones claras y evidentes de un “espíritu incorrecto”.
La Biblia, Palabra del Dios verdadero dice que quién tiene el imperio de la muerte es el diablo, porque la muerte es una consecuencia del pecado en todas sus formas y ese espíritu, el diablo, es el encargado de ejecutar el “juicio de muerte”.
Pero la buena noticia es que en la cruz del calvario, hace más de 2000 años, Jesucristo, venció al diablo, que tenía el imperio de la muerte y ese derecho de victoria sobre la muerte, lo recibe quién cree en Dios y establece una relación de vida abundante en esta tierra y de felicidad completa en la eternidad.
Finalmente, ¿Usted cree que es una coincidencia que este suceso horripilante y bestial haya tenido como escenario la curva del diablo?
No se descuide, el maligno anda buscando “torcer” el camino de Dios y de la Verdad y por cierto el suyo, quizá ahora mismo, le está esperando para atacarle y darle muerte en la próxima curva, “la curva del diablo”.¡Cuidado!