Pr. J. Pérez
El transcurrir del universo está jalonado de épocas, años, días é instantes que se suceden continuamente (Ecl. 3:1, Gál.4:4)
Pero hay tiempos cruciales, determinantes (Hch. 1:7, 17:26, 30) como si fueran cumbres en medio del extenso valle de la historia. Son como hitos o señales que marcan el entendimiento y sucesos de la historia humana, ya que todo suceso tiene su razón y propósito y transcurre según lo diseñado por Dios el Arquitecto y Constructor de su creación (Heb. 11:10)
Pero la revelación de estos sucesos por venir, ocultos para la mayoría de la gente, son dados a conocer anticipadamente por Dios a su ministros, hombres o mujeres que están atentos a su voz (Amós 3:6)
Por eso la intercesión tiene un valor muy especial “Clama a mí y te responderé y te enseñaré cosas nuevas y ocultas que tú no conoces” Jer. 33:3. Es un ministerio para los que anhelan estar cerca del Arquitecto y Constructor “Cosas que ojo no vió ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”, pero Dios nos la reveló a nosotros por el Espíritu Santo”(1 Corintios 2:10).
Si es verdad que en todo tiempo Dios se suscita hombres y mujeres “entendidos en los tiempos, que saben lo que Israel (iglesia) debe hacer, y cuyos dichos seguirán sus hermanos” (Parafraseado 1 Crónicas 12:32, la pregunta es ¿Dónde están esos entendidos? La respuesta: Son los intercesores de
“Por eso pues, ahora dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno, y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón…y convertíos a Jehová vuestro Dios, porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, que se duele del castigo” Joel 2:12-13.
“Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia, haced para vosotros barbecho, porque es el tiempo de buscar a Jehová, hasta que venga y nos enseñe justicia” Oseas 1:12.
“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado…” Isaías 55:6
Todos estos hombres y mujeres de diversas edades, estaremos siempre en el Altar de oración del pueblo de Dios, pues aún en medio de la polarización de la sociedad, veremos
“Si se humillare mi pueblo…y oraren y buscaren mi rostro y se convirtieren de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra”
2 Crónicas 7:14.
En este tiempo, el Espíritu Santo está convocando a sus escogidos, a sus marcados, a SUS intercesores para “discernir estos tiempos y sazones” y traer la revelación del cielo para que todos hagamos la voluntad específica de Dios y su Reino verdaderamente, “venga a la tierra” Mateo 6:9.
