lunes, 19 de septiembre de 2011

PRONUNCIAMIENTO

La Fraternidad de Pastores y Ministros de La Libertad-FRAPILL, en atención a los varios informes escritos y verbales de testigos, que han oído las recientes predicaciones del “conferencista” David Diamond, hace saber lo siguiente:

1.- Todo verdadero siervo de Dios que viene a nuestra tierra para bendecirla, declarando la Palabra de Dios, será bienvenido como hermano en Cristo y ministro de Dios, en razón de la unidad de la Iglesia.

2.- Pero este denominado “predicador” extranjero David Diamond que ya ha tenido problemas parecidos en Ecuador y otros lugares, ha venido a nuestra tierra a lanzar expresiones calumniosas, denigrantes y difamatorias públicamente y en Tv, contra determinadas denominaciones é iglesias de nuestra localidad, conocidas por su esforzada trayectoria de muchos años, acusándolas de ser “hijos del diablo”, “falsos profetas” y “falsos maestros”, solo porque a juicio exclusivo de él, ellos no comulgan con su particular “interpretación” de lo que predica. Asimismo, señala a conocidos predicadores con los mismos términos denigrantes, pasando extractos de vídeos sacados fuera de contexto, confundiendo a los nuevos hermanos en la fe.

3.- La Biblia señala que el “acusador de nuestros hermanos” es el diablo y sus instrumentos son los que andan día y noche en esta labor, invirtiendo gran cantidad de tiempo, trabajo y dinero, para ese fin satánico, con el atrayente título de “defensores de Dios” como si él los necesitara. Todos los pastores sabemos que, quién se constituye como Juez de sus hermanos es porque ya está condenado por su propia ceguera y vanidad.

4.- Que en la Biblia hallamos el mensaje para predicar en público para salvación, sanidad liberación y bendición a la gente, pero no es el ámbito adecuado para lanzar afirmaciones de contenido difamatorio que no sólo es pecado, sino delito. En ella, está indicada cómo en cada congregación, se deben tratar situaciones incorrectas o erróneas de los creyentes, en forma franca, directa y espiritual para lograr la corrección del error, y si son asuntos doctrinales que atañen a varias congregaciones, se debe hacer con las Entidades pastorales establecidas.

5.- Como Ministros de la Iglesia, no debemos permitir en adelante que cualquiera, especialmente extranjero, se atreva a venir a nuestra tierra para lanzar expresiones de maldición, y que las personas y denominaciones que organizan o apoyan eventos como éstos, sean puestos en evidencia, para no seguir desmembrando a la Iglesia, el Cuerpo de Cristo, que con el sacrificio de su vida y el derramamiento de su sangre, logró en la cruz y nos encomendó, la tarea de “guardar la unidad”.

Trujillo, 15 de Setiembre 2011

Consejo Directivo-FRAPILL