miércoles, 20 de mayo de 2009

OBLIGADOS A LIMPIAR


Recientemente trascendió la noticia sobre un un grupo de evangélicos y testigos de Jehová que han sido condenados a limpiar la cárcel municipal, debido a que no quisieron colaborar con 1,46 € para la fiesta católica de la Santa Cruz, en San Juan Chamula, Chiapas, México.

En la cárcel municipal no hay inodoros. Por ello, abatidos de tristeza e indignación, se echaron a llorar los integrantes del grupo religioso Testigos de Jehová, cuando se les notificó que debían limpiar la prisión como castigo a no pagar 26 pesos (1,46 €) para financiar la fiesta católica local. Además, se les advirtió que se les cortaría el suministro de agua y luz sino pagaban 3.850 pesos de multa añadida al castigo. Los tradicionalistas reclamaron que se incluyera en la multa los gastos por la gasolina de 10 coches, que utilizaron en los traslados de los acusados.

Durante el proceso, los evangélicos exigieron sus derechos de libertad de culto, conforme a la ley mexicana. Sus reclamos fueron inútiles. Los encargados de custodiar a los acusados impidieron que la prensa tomara fotos ni se acercara a los reos de ningún modo, bajo la amenaza de linchar a los periodistas en la plaza pública. La prensa sólo pudo ver cómo los custodios se ensañaban con sorna contra los apresados.

No es la primera vez que ocurre algo así, puesto que en la región chiapanenca es tristemente habitual que los confesos de otras religiones sean exhibidos, desnudados, golpeados, linchados y forzados a limpiar heces y orina de las dependencias que no poseen inodoro.

No se trata de que en ese municipio viven incivilizados y apartados de la sociedad. Entre los católicos comparten modernidades y exquisitas maneras. Se trata, por tanto, de una repulsa contra los que son minoría. Las autoridades del lugar ponen su poder al servicio del radicalismo popular, siendo cómplices y a la vez artífices.